Estaba sentado en el banco de Bordeaux, aquél en el que cada día terminaba sentado después de visitar la ciudad mientras él trabajaba. Él llegó y nos fuimos a su casa. Salimos a cenar. No pude resistir pedir vino, aún sabiendo que tendría que beberme el medio litro yo sólo porqué él no bebía nada de alcohol, pero ¿quién va a Burdeaux y no prueba un buen vino de ahí? Volvimos a su casa y...... y desperté del sueño.
Entonces me dí cuenta de que le echaba de menos. Echaba de menos dormirme entre seus brazos. Echaba de menos su beso de buenos días. Echaba de menos perdernos por cualquier ciudad. Echaba de menos aquel día en en el que él me enseñó París. Echaba de menos ver una película con él. Echaba de menos hacer el amor con él. Echaba de menos acariciar su cuerpo. Echaba de menos aquellos ojos azules, aquella sonrisa. Echaba de menos salir a cenar con él y que él no me dejara invitarle. Echaba de menos tenerle entre mis brazos mientras acariciaba su pelo. Echaba de menos nuestras peleas, no por las peleas si no por la reconciliación que venía después. Echaba de menos... En fin. Echaba de menos aquellos meses, aquél tiempo pasado junto a él, aquellos días en los que quería y me sentía querido.
Todavía recuerdo la primera vez que me dijo "Te quiero"... Y el recordar aquél último beso todavía hace que las lágrimas empañen mis ojos... Salimos de su casa. Él tenía que ir a la revisión médica del trabajo, yo tenía que hacer tiempo hasta que llegara la hora de cojer el autobus de regreso a Barcelona. Nuestros caminos se separaron y él me abrazó. Una risa de "nopuedocontigo" asomó en mis labios, pues en Francia la cosa no es como en España y a él no le gustaba ir de la mano o besarme en la calle. Pero me besó. Fue un beso rápido, un beso furtivo... Fue nuestro último beso... Y andando lentamente vi como se perdía entre la multitud. Se volteó y vi su rostro por última vez, con el sabor de aquél último beso todavía en mis labios...
Saqué mi iPod y Coldplay sonaba mientras me despedía de Burdeaux, mientras me despedía de él, mientras me despedía del amor...
Y todavía hoy, no puedo evitar llorar al recordar todo aquello que viví junto a él...
*la foto del banco es real, ese es "mi" banco de Burdeaux y lo que hay en él mi equipaje^^
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5 comentarios:
Jou, qué bonito y qué triste a la vez. Yo voy mañana a París, a ver si pasa como en las pelis y me pasa algo bonito :P
Jeje, no sabía que tú también eras de Barcelona! Yo me fui de allí a los 12 años y después de haber vivido en Almería, Granada y Madrid, Barna sigue siendo mi sitio favorito!
¡Saludos!
Simplemente una entrada tan preciosa como melancólica, ¿sabes? Me recuerdas mucho a mí cuando leo este tipo de entradas tuyas porque algo así me pasó con mi primer ex pero cambiando Francia por Milán (es italiano) pero me gustaría darte un consejo: el horizonte es lo que tienes delante y el camino prosigue.
Sería interesante que algún día hablásemos de nuestros ex ¿no crees? Muchos besos.
Chico, lo que pasa es que, aunque creo que ya te leí algo de Burdeos y hasta recuerdo que te gasté una pequña broma sobre eso, pq yo tb. tuve un novio de ahí, no sé que fue lo que os llevo a separaros... Igual me lo contaste o me lo dijiste pero no me acuerdo. Y en tu post, lleno de nostalgia y de amor, no se ve o adivina el conflicto... Ya me exlicarás
Bezos
...esa foto dice mucho de lo que te llevaste de regreso a barcelona y no parece que te llenara porque dejaste todos esos recuerdos (y que tanto pesan) atrás... es superjodido olvidar, mi puñetera cabecita recuerda el más mínimo detalle de todo y con razón me identifico con tus palabras, con tus lágrimas... qué decir, pues: pasará, sólo decirte que no se cuándo pero pasará,bss y ánimos!!!
Los últimos besos no son para recordar. Los primeros sí.
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